lunes, 27 de febrero de 2012

¿Por qué corres?

"Si tienes que preguntar, nunca lo entenderás. Es algo que sólo unos pocos escogidos saben. Aquellos que sienten el dolor pero que saben, muy adentro, cuan bien se siente". Esta es una respuesta que aparece por internet a la pregunta que aparece en el título. Es la respuesta de aquellas personas que han optado, como dice Marta Domínguez (ahora cuestionada), por el deporte más modesto y económico del mundo. Si quieres empezar con él, sólo hacen falta unas buenas deportivas. Lo demás(ropa de marca, GPS, complementos varios...) puede sobrar. E incluso las deportivas, pues recordemos que la mayorías de las carreras profesionales las ganan los africanos, y muchos ellos han corrido descalzos toda su vida. 

Dentro de aquellas personas que practican este deporte en nuestro país, están aquellos que viven de ello, los menos, como casi siempre. Son aquellos que tienen una beca ADO y que como algunos deportistas españoles más, están siendo vapuleados por sospechas de dopaje. Creo que si es cierto o no, dependerá de cada caso. 

También están aquellos que corren por mantenerse en forma. Vamos, la mayoría. Aquellos que van a cualquier tienda deportiva, se compran unas playeras "medio apañadas" y salen por cualquier parque o paseo a evitar que salgan esos michelines o esa tripita tan antiestéticos. Se acrecientan con la llegada de la primavera, el buen tiempo, el odiado polen para los alérgicos y las "operaciones bikinis". 

Por úlltimo están los que no están ni arriba, en la élite, ni abajo, en los amateurs en forma. Esos semi-profesionales o como se quieran llamar, que convalidan su trabajo diario, su familia, su vida social... con su pasión, con las carreras alrededor de la geografía española y del mundo. A ellos quiero dedicarles este artículo porque tienen todo el mérito por varias razones: 
  • No ganan demasiado dinero con ello. Como mucho, el reconocimiento económico de alguna carrera, que muchas veces es a modo de trofeo o de alimento (jamón, gambas, lomo...). 
  • Gastan su tiempo personal en entrenar, en buscar carreras (populares, semiprofesionales y profesionales), en ir a hacer las carreras, en buscar material, en leer sobre atletismo... en una sociedad en lo que parece que todas las aficiones que se salen de lo "normal" son "freaks" o raras.
  • En un mundo en el que también se evita el sufrimiento a toda costa, ellos sufren por su gran afición. Sufre su cuerpo en los maratones, horas y horas corriendo. Sufren siguiendo una dieta especial, sin poder comer muchas veces lo que les apetece. Sufren al estar lesionados o al no conseguir su tiempo.
  • Compiten por mejorar como deportistas, compiten contra ellos mismos, contra su cuerpo, a pesar de que sea un deporte individual y, claro está, también se compite contra los demás. Saben que, con cierta edad, ya no llegarán a ser nadie en este deporte. Pero no lo dejan. No persiguen grandes metas, persiguen sus metas. 
  • Por todo lo anterior, tienen un gran espíritu de sacrificio, algo que también suele estar relegado en la vida en la que nos movemos.
El caso que tengo más de cerca ha corrido carreras por España, Francia, Alemania e Italia y no sé si olvido algún otro país europeo. Ha ganado el Maratón de Erbil, en el Kurdistán iraquí (sí, sí, han leído bien, Irak), ha conseguido estar entre los 100 primeros en el Campeonato de España de Medio Maratón y ha conseguido un meritorio puesto 83 en la San Silvestre internacional (recordemos que hay dos, la popular y la internacional, las dos con miles de participantes). Unos logros que seguramente no aparecerán nunca en wikipedia y que sólo conocen sus seres queridos y allegados, pero que merecen reconocimiento. 
 
¿Por qué corres? Los que estamos fuera del mundillo no lo entendemos. Pero, ciertamente, tiene su recompensa. La recompensa de perseguir una pasión.

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